RECETANDO…

Texto introductorio para el libro “Cátedra Mies – Villa Olímpica” del curso de la Cátedra Mies van der Rohe, Escola Tècnica Superior d´Arquitectura de Barcelona, UPC, 2000, dirigido por David Chipperfield en el que participaron como profesores Eugeni Bach, Josep Bohigas, Julia Schulz-Dornburg y Fermín Vázquez, con la coordinación de Ivan Blasi.

RECETANDO…

Edificios puente, megaestructuras,  esculturas habitables, bloques grapa, topografías operativas, chimeneas-vivienda, parques colonizados. En un momento en que la arquitectura busca soluciones híbridas a programas cada vez más complejos, los estudiantes de arquitectura no quieren quedar al margen.

Es un tipo de arquitectura atractiva y directa que posiblemente, por su facilidad de atracción, provoca que se la asocie únicamente con su imagen, generando respuestas tan críticas y duras como a veces superficiales.

Y ésta podría ser la conclusión a la que llegara un lector si simplemente hojeara este libro, y sin embargo, después de un breve análisis, uno se da cuenta de que los proyectos de este taller son algo más que imágenes atrayentes o fantasías individuales; cada proyecto actúa como una medicina, como una solución a un problema en forma de grajeas, pomadas, inyecciones o supositorios, pero todos como respuesta a una situación, y eso es lo que les da consistencia.

Es curioso descubrir cómo la metodología de David Chipperfield para este taller se asemeja tanto a la metodología médica: Un día llega un paciente (que no un enfermo) a la consulta del médico con unas ligeras molestias estomacales que hace días que no le dejan dormir. El médico intuye cual puede ser el problema, pero antes de hacer un diagnóstico examina al paciente a conciencia, le hace varias radiografías, ecografías, tactos, un TAC que lo secciona en mil pedazos, y hasta lo envía a varios especialistas para que den su opinión. Finalmente descubre cual es el motivo de tal malestar y receta el medicamento que considera más idóneo para solucionarlo.

Evidentemente, dependiendo del médico al que haya acudido nuestro confiado paciente, la solución a su problema será variada. Puede que todas las respuestas a un mismo diagnóstico sean correctas (o no), aunque en algún caso acabe en el quirófano, mientras que en algún otro simplemente tenga que tomarse una pequeña pastilla antes de irse a la cama.

De la misma manera que un  médico, empezamos analizando a fondo la Villa Olímpica. Algunos alumnos le hacen un concienzudo TAC generando múltiples secciones transversales; otros, a modo de psiquiatras, entrevistan a sus habitantes descubriendo sus deseos y sus frustraciones, algunos radiografían su superficie mientras otros analizan su pasado como si de un historial clínico se tratara, etc.

Y todo esto nos lleva a una conclusión, y es que la Villa Olímpica tiene un pequeño problema: le falta densidad.

A priori esto no tendría por qué ser negativo, pero en cambio, la baja densidad de población provoca varios síntomas: las plantas bajas de la mayoría de los bloques de viviendas están en desuso ya que muchos comercios no pueden sobrevivir con un número tan reducido de habitantes, lo cual implica que el barrio no puede ofrecer los servicios que debería; el perfil de habitante es muy homogéneo, con poca mezcla de clases sociales; la sensación de inseguridad es más elevada que en otros barrios adyacentes, etc. Esto provoca una serie de disfunciones en el barrio que afectan no sólo a la calidad de vida de sus inquilinos, sino al funcionamiento de la ciudad.

Cómo resolver este problema es lo que los estudiantes de la Cátedra Mies han estado buscando durante el tiempo que ha durado el taller. Algunos han optado por aspirinas, otros han acudido al quirófano; algunos han puesto inyecciones mientras otros extendían pomadas; hay quien ha optado por coser las heridas y quien ha aplicado grapas, algunos han optado por la ingeniería genética y otros por la acupuntura. Pero todos han respondido a un problema aplicando la solución que han considerado más oportuna. Averiguar si alguien ha hecho cirugía estética o  recetado placebos ya depende de usted. Que se divierta!

Eugeni Bach